Carta para una relación rota que necesita reconciliación

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Carta para una relación rota que necesita reconciliación

 

Esta carta es para ti,
aquel con quien comparto
muchos años de relación:

Nuevamente estamos aquí frente a frente para tener el valor de decirnos la verdad, pero… ¡cuesta mucho hacerlo cuando hay tantas heridas que aún se mantienen abiertas!

Siempre nos hemos escuchado el uno al otro, y sabíamos que algo le pasaba al otro con sólo mirarnos. Pero han pasado tantas cosas entre los dos, que ya ni nos miramos ni leemos la expresión de nuestros ojos.

La verdad es que me ha costado mucho decidirme a enviarte esta nota, porque no es fácil hacerlo ya no cuento contigo, que me provocas temor, y que cuando me miras es tan sólo dolor el que parece que sientes. Mis palabras no te llegan, o tal vez es que quieres silenciarlas.

Mira… te escribo para contarte de un amigo que en antaño he tenido, uno que fue mi gran compañero y consejero. Él sabía mis pesares, mis fantasías y sueños… él me infundía seguridad cuando le contaba mi vida. Y si yo tenía algún temor, él siempre me ayudaba a superarlo. Él sufría conmigo, también reíamos juntos con alguna travesura. Sabía todas mis cosas... y ese amigo eras tú para mí.

Tú eras mi compañero, mi amigo al que todo le contaba porque todo lo podíamos afrontar y superar juntos. Al menos así fue hasta que llegó ese día, ese maldito momento que confesé con tristeza, que otro amor entró en mi pecho. Ahí se acabó mi amigo, ahí terminó su consejo. Desde ese maldito momento, nunca más encontré paz, primero fueron reproches, luego vinieron desprecios, y más tarde incluso otras personas que te dieron “su consuelo”.

Pasó el tiempo, y seguimos juntos, pero no del mismo modo que antes. Pero mira como es la vida, que siempre da vueltas y nunca se puede decir que “de ese pan nunca comeré”… pues las cosas cambiaron, jugaste con fuego, te quemaste,  y acabaste pasando por lo mismo que yo, sintiendo el dolor de mi rechazo.

Mas siguió pasando el tiempo y sin que tú lo notaras dejé mis sueños a un lado y volví a la realidad, a vivir intensamente, a estremecer mi cuerpo con tus hermosas palabras, volví al amigo que tuve, ese a quien confié mis temores y secretos. No me vuelvas a dejar mi compañero… mi amigo; dejemos atrás esos malos momentos y volvamos a vivir el amor de nuestro tiempo.

© 2005, autor: Ramita
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