Amantes noche y día
Contra el cristal de la ventana de tus ojos,
en el tul de ralo blanco a traslucir,
tu figura a reflejar, yo miro,
con ardoroso ímpetu de amar.
La tenue luz se va,
se apodera de mí la oscuridad,
solo llegar a ti podré,
por tu puerta, al traspasar.
Desnuda... porcelana eres,
muñeca... dispuesta ya a danzar,
el cerrojo de tu puerta abriendo esta,
penetrando en silencio profundo a tus entrañas,
que gustosa brindas y que sutil me das.
Amantes de la noche, somos ya.
Rayo de luz de suave calentar,
seca cuerpos de noche pasional,
que siguiendo en posición de amar,
yacen sumidos en manto celestial.
Dejo tus manos palpar,
siento tu callado palpitar,
te estremeces como ola en altamar,
siempre, siempre deseosa estas.
Senos erguidos, muslos tendidos,
danzar de tus caderas en baile muy sensual,
con gentil delicadeza, con pureza, y suavidad,
das permiso a tu templo penetrar.
Autor: Guillermo Cano © Copyright 2005
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