Hubo un tiempo en el estaba triste...
pues no había nadie que llenara mi corazón.
Hubo un tiempo en el que mi corazón lloraba cada vez que encontraba una hermosa y romántica postal...
pues no tenía a quién enviarla.
Hubo un tiempo que no comprendía porqué Dios me condenaba a la soledad... ¿acaso yo merecía eso?
Pero ahora te tengo a ti, mi amor.
Has llegado como un regalo de Dios. Ahora comprendo todo. Dios me estaba guardando para ti. Te amo.
¡Dios es bueno! |