El fué un apóstol de mi ignorancia,
contribuyó con la ley a mi espesura.
Siempre de acuerdo con la poesía,
llevaba consigo un pajar en su pecho,
en su diestra mano la geométrica luna.
Fué el árbol merecedor
de un nocturno y dócil sueño.
Sólo de él siempre supe el futuro,
un oráculo de mi pasado.
En sus ramas sostengo la mirada
hecha por lo que he sabido
y lo que guardo en secreto.
© Autor: Shoshan |