Señor mío, me duele tanto no verle...
Mi corazón sólo vive con la esperanza
de verle un día, y aunque pasan
los meses mis ganas no se me acaban
de poder tenerle entre mis brazos.
Señor mío...
Este amor que nació sin quererlo
no lo puedo sacar de mi pecho.
Ayúdame con esta espera...
si hiciste que lo conociera,
no lo apartes de mí ahora.
-Suyo es mi amor, como suyo son mis besos-
Ayúdame Señor a ser fuerte, y hazme valiente
ante la pena de aún no poder tenerle.
Pero sé que un día este corazón será feliz
por estar junto a este amor que hoy me pesa.
Dame valor, dame fuerzas para seguir...
Gracias Dios...
|