Qué
sentimiento exalta hoy mis sentidos, qué tristeza se ha anidado en mi
alma... que me roba la calma y no me deja pensar. Soy como un ave
taciturna volando por doquier, sin una dirección, buscando en cada nube
alivio a su dolor, me duele esta soledad de vivir pernoctando entre
nubes de algodón y sueños perdidos en ese ayer... dejaste hoy mi vida
llena de tristeza...
¿Tu mundo?
Ese lo has construido
con muros de piedra y pedazos de mi resquebrajado corazón, que hoy se
rinde a ese sentir y te dice adiós... Entre andamios rotos camino
meditabunda, recogiendo esos pedazos de vidrios, que han ido hiriendo
mis ya antes alas rotas, me has hundido en el mar de la desesperanza y
mis cuitas y temores han vuelto a mí... Sólo quiero hoy pensar que mis
manos y labios callarán ante este sentir que me mata, que hace sentirme
nada, al menos para tì.
Ya no puedo describir ese aroma de la rosa y
mis sentidos no pueden percibir el caer de esa hoja que en mi otoño
yerto fuiste deshojando, hasta verlas regadas en el suelo, mismas que
el viento arrastra hasta un destino incierto...
¿Mis alas?
¡Esas rotas quedaron! Y no podrán iniciar ese vuelo que esperaba hacia
ese universo lleno de nubes blancas que esperaban por mí, ahora se
miran oscuras, cargadas de tormenta... pero sé que si alguna vez vuelvo
a nacer, seguiría el mismo sendero, siempre contigo y pedir quedarme
contigo hasta desfallecer.
Hoy me has dicho adiòs, después de sentir
que contigo mi soledad se había quedado en ese pasado triste... y has
dejado mi corazón con ese sentimiento que solamente abarca mi vida y
mis sentimientos se van deshojando en lágrimas de desesperanza y de
dolor...
¿Por qué estoy tan triste?
Porque fuiste esa
ilusión de perderme en ti y sin haber probado el dulzor de tus labios
en un beso soñado cada noche con los ojos abiertos, decidiste poner fin
a este sentir sin importarte para nada mi dolor.
Hoy escribo sin
pensar, sin rimas, en soledad, solamente mi corazón y lágrimas guían
mis manos, que con lento y desesperado proceder deslizan estas letras
que nacen de mi alma, de mi ser y de estas alas rotas que algún día
volverán a sanar.
|