He admirado tu paciencia, tu constancia, tu ternura,
y me he sentido pequeña a tu altura como ser humano que eres,
sin comprender como puedes hacer florecer la alegría,
donde sólo existía la soledad.

Si pudiera correría sin dudarlo a tu encuentro,
pues conocerte sería cumplir un viejo sueño,
pero sé que llegarás por tan sólo unos días,
y después de la nostalgia, me dejarás ser dueña.

Y volveré a recordarte hasta que pase el tiempo,
hasta que vuelvas a notar, que soy real, que existo,
y entonces me devuelvas otras dulces palabras,
que llegarán y se irán, como en este momento.

© 2007, Autor: Shoshan
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Siempre ha existido algo entre nosotros,
desde los primeros instantes de llegar,
aunque no te dieras cuenta y yo me lo callara,
jamás desde ese día, te he podido olvidar.

He grabado tu nombre en los rincones de mi cuerpo,
donde nunca nadie lo ha podido encontrar,
mirándome en tus ojos he soñado el verbo,
que quizás una vez, te pudiera expresar.

Me enamoré de ti, de tus ojos profundos,
de todo el universo que emana de tu andar,
como es posible que el mundo no fuera de nosotros,
si con todas mis fuerzas, yo lo supe anhelar.