Nunca me olvidé de ti, por eso quise apartarme
de todos aquellos sueños que llegaron a endulzarme,
sabiendo que llegaría fácilmente a enamorarme,
y mi amor no lograría llegar jamás a estrecharte.
Nos separaron los mares, los cielos y hasta las aves,
peregrinas ilusiones de recuerdos que hoy, arden,
en melodiosas canciones, aquellas que tú dejaste,
grabadas en esas noches en que pude acariciarte.
Hoy, te tengo muy presente, en mis ojos retrataste,
los tuyos azul celeste que veía sin mirarte,
mas los tenía presentes, con ellos me alucinaste,
cerrando los míos yo, llegaba a ti en un instante.
Y pensarás muchas veces...
¿Qué fue del amor que amaste?
Está aquí, en este pecho que jamás podrá olvidarte,
esperando que el destino quiera de nuevo cruzarte,
en el camino que hoy siente que de mí ya te alejaste.
Debo enviarte estos versos...
En los que mi corazón parte,
al lugar que me esperabas, cada día, cada tarde,
en ellos te llegarán los besos que sin besarte,
los guardabas en el nido en el que siempre me amaste,
sin tocarme, ni sentirme, ni abrazarme, ni abrigarme,
pero viviendo este amor,
que hoy de lejos…
Va sufriendo al recordarte.