Otra vez despierto amándote
saboreando la amargura de tu distancia
un litigio perenne rueda por mis mejillas
suena tu nombre en mi boca sedienta de ti
y corea mi tristeza un murmullo licorero
… la eterna soledad.
Ya es tarde para decir que te amo
tus besos ilusionados son migas de olvido
y tu sonrisa infinitamente tierna
es la serpiente que anida en mi almohada
congoja, culpa, mil maldiciones
tristezas que se clavan en mi mente.
Es tarde lo sé… pero te amo
con un amor que es mi peor enemigo
que se empeña en cuestionamientos feroces
me apuñala el corazón sin misericordia
me traza caminos oscuros y lúgubres
hacia la muerte que parece amiga salvadora.
Tuviste que desaparecer de mis días
dulce niña de largos cabellos de trigo
y en tu lugar ha quedado ella
con sus ojos mudos y su boca cosida
figura femenina en llanto silente
… la eterna soledad.
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