Térmico lazo tendido,
de tu corazón al mío,
por los ojos entro el cariño,
divino encuentro en el camino.
Compañía perenne de calor y de frío,
estás, cuando en soledad me encuentro,
llenas momentos de algarabía y de juego,
libras momentos de descontento.
A quien contar emociones de amor,
a quien contar tristezas de penar lento,
refugio de las melancolías del momento,
esperanza de lograr paz y silencio.
Donde encuentro esa amistad de tiempo,
sólo bellos recuerdos como alimento,
vibrar y brillar en sentimiento,
eso es amistad complacido, gozoso y tierno.
© Julio 2007, autor: Luis Edmundo Sayarumicha |