Estás en mis pensamientos
T
e pienso tanto amor, quisiera que nunca te separes de mí, que estuvieses siempre a mi lado, tú en tu trabajo, yo en el mío, pero que de repente me sorprendieras con un beso, ó un “te amo mi chiquita grande”, para así seguir con ánimo y esperanza en el encuentro de la noche.
En mi recorrido por el camino serpenteante hacia el Mar Muerto, cuando las aves cruzan sigilosas, ó los camellos pasan altivos e indiferentes, ó simplemente cuando las nubes danzan perezosas en el infinito, tu sonrisa se asoma, me guiñes un ojo, de ese par de ojos verdes que tienes. Y yo suspiro y pienso, ¿donde estarás amor? ¿te acordarás de mí?, ¿sentirás mi yo desesperado por encontrar el tuyo?.
Y las respuestas mudas no llegan, se hacen esperar.
L
as aves ya pasaron y dejaron su sonido, los dromedarios ya cenaron y reposan en las arenas blancas; las nubes ya duermen después de su baile magistral. Y tus ojos amor, tus bellos ojos esmeralda, cerrados para sucumbir al sopor de la eterna espera.
Y mi cuerpo se estremece.
Me acomodo en mi auto, agarro bien el volante que cede en cada curva de este peligroso camino, limpio esa lágrima que moja mi cuello despistada y celosa; me arreglo el maquillaje mirándome de reojo en el espejo retrovisor y acomodo mi cabello.
¡Llegué!... llegué a mi rutina y a mi esperar ansioso, a correr a ver si estás en el messenger, mi corazón desorbitado palpita para advertirme que así es el amor... el verdadero amor.
T
e amo dulce mío, jamás amé así... mi norte desde hace tiempo es sólo hacerte feliz; es entregarte mi razón y mi sin razón; es... por ti morir.
Te amo poeta grande.
2006, Autor: Sabra
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